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== que pasar; y tanto los que iban delante como los que seguían detrás clamaban diciendo: Hosana, salud y gloria al hijo de David: bendito sea el que viene en el nombre del Señor, Hosana en lo más alto de los cielos. Aclaración literal del texto Nada más desconcertante según la apreciación hu- mana, que la conclusión a que Jesús llegó después de tres años de laborioso ministerio público, anunciando el Evangelio de la Redención. Vimos la bochornosa esce- na relatada por la página del Domingo pasado, pro- vocada por la incomprensible ceguera de los conducto- res del pueblo escogido: el Divino Maestro abandona bruscamente el templo de Jerusalén en el que poco des- pués entraría triunfalmente, sin que el partido jerárqui- co osara lanzar sobre El las piedras que había recogido en el paroxismo de su rabia. Estaban definitivamente desahuciados; el Señor los había maldecido y abando- nado a su ceguera. El Mesías prometido y anhelosamente esperado había sido durante muchos siglos la razón de ser de Is- rael como raza y como nación; llegado el momento se- ñalado por sus Libros Santos, desconocieron el Don de Dios, obcecados por la idea antojadiza que del Liber- tador Divino habíanse forjado. No faltaba al Hijo de María, de Nazaret, ninguna de las señales anticipadas por los Profetas; por la santidad de su vida y por el poder prodigioso con que mandaba a la vida y a la