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A . Domingo de Ramos nm y A ETHAN A nd Jesús demostró que estaba en su mano triunfar de las asechanzas de sus enemigos; si iba a la muerte, era por amor. Evangelio según San Mateo. Cap. XXL. vv, 1-10, En aquel tiempo acercándose a Jerusalén, luego que llegaron a la vista de Betfage, al pié del mon- te de los Olivos, despachó Jesús a dos de sus dis- cípulos diciéndoles: id a esa aldea que se ve en frente de vosotros y, sin más diligencia, encon- traréis una asna atada y su pollino con ella: de- satadlos, y traédmelos; y si alguno os dijere al- go, respondedle que los ha menester el Señor; y | E al punto os los dejará llevar, Todo esto sucedió ; en cumplimiento de lo que dijo el Profeta; decid i a la hija de Sión: mira que viene aquí tu Rey, lle- UE ' no de mansedumbre, sentado sobre una asnay su pollino, hijo de la que está acostumbrada al yugo. Idos los discípulos, hicieron lo que Jesús les mandó, y trajeron el asna y el pollino, y los aparejaron con sus vestidos, y le hicieron sentar encima. Y una gran muchedumbre de gentes ten- dían sus vestidos por el camino: otros cortaban ramos de árboles y la tendían por donde tenía