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eto E ll A ye AS A IM de os toque vivir, seres miserables, enemigos de la luz, adversarios de la verdad que, como no pueden destruirla, ni apagar las luces del cielo, escupen contra él, blasfeman de la verdad y pretenden taparla con sus errores y menti- ras. La santidad del Salvador divino daba en rostro a es. cribas y fariseos, la doctrina que predicaba contrariaba sus falsas ideas y ponía de manifiesto sus conciencias manchadas con tantas abominaciones, y por eso se esfuer- zan en tapar la boca al Maestro soberano que les habla, Igual que ellos son todos los enemigos de la verdad y del bien. Y aun encontramos muchos niños, que se figuran po- der desmentir lo que sus padres, sus mayores y la Iglesia les enseñan, gritando contra lo que no les acomoda y con- traría sus caprichos: ¿qué otra cosa son esos chiquillos gruñones, altaneros y mal hablados que no quieren saber lo bueno por no hacerlo? Hacéis, por tanto, bien en in- dignaros contra la turba multa de enemigos de Jesús que le gritan, le blasfeman y le calumnian y se muestran dis- cípulos del padre da la mentira. Y no creáis que esas blasfemias son cosa pasada, y que sólo las vais a oir como una historia de lo que suce- dió hace muchos años; los blasfemos, los insultadores de Dios y de Jesús abundan desgraciadamente, y vosotros los oiréis. Ante este mal público los niños deben formar un coro como de ángeles que hagan en la tierra el oficio que los ángeles hacen en el cielo, bendecir y alabar al Señor; ¿os gusta el oficio? Sí, ya sé que sí. Para ejercitarlo bien, habéis de hacerlo en dos tiempos; lo primero, en cuanto oigáis alguna blasfemia o insulto contra Dios, contra la Virgen Sma. contra la Religión, habéis de bendecir lo que los blasfemos maldicen inspirados por el demonio, no os calléis jamás, levantad vuestra voz con valentía y decid sin vergiienza ni miedo: ¡¡bendito sea Dios!!: y ¿por qué os habríais de callar?.. que harías, si delante de vosotros