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Explicación para los niños Atrevidos, deslenguados, miserables!! esa es la cali- ficación que merece y sale del alma indignada de cuantos aman a Jesucristo contra los desgraciados escribas y fa- riseos que se atrevieron a insultar tan groseramente al Divino Maestro, llamandolo endemoniado y que tenía he- cho pacto con Belcebú, príncipe de todos los demonios. Yo estoy seguro que los niños buenos se han indignado, al escuchar en el relato evangélico tan horribles blasfe- mias. Fijaos bien en la paciencia y admirable paz y tran- quilidad con que Jesús responde a sus enemigos. Invíta- los a razonar sobre sus enseñanzas y sobre sus obras, so- porta los atrevimientos de los miserables, mientras estos, dando pruebas evidentes de ser ellos los hijos del diablo y los que estaban entendidos con Satanás, van corriendo a coger piedras del camino para lanzarlas contra el Ma- estro a quién no sabían responder, y matarlo, Jesús en- tonces sale del templo de Jerusalén, para no volver a en- trar más en él, se retira, los abandona en su malicia y se va. Así, abandonados y como desahuciados, quedaron expuestos a las iras del Padre Eterno, que no tardaría en descargar sobre aquel pueblo endurecido. Vosotros no podéis entender, cómo pudo haber hom- bres tan malvados que, oyendo hablar a Jesús, y viendo los milagros estupendos que obraba, se resistieran a cre- erle y seguirle y, rabiosos y enfurecidos, lo insultaran y lo mataran, Ya seréis mayores y veréis en el mundo, don-