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6 43 Ñ rosa conclusión será la humillante tragedia del Cal- vario. El enemigo del género humano llevaba grabado en la frente el recuerdo del Paraíso donde oyó el anuncio de la Mujer venturosa que había de aplastarle la cabeza llevando en su seno y su regazo al Redentor del mundo, ri AR Ati y jj aiii $4 4 ¡ y decidido a saber si aquel extraordinario penitente del q id. desierto sería el Prometido vástago de la Mujer vence- H ! dora, presentóse ante El para tentarle como lo había he- qu cho con el primer hombre en el Edén. Y Jesús, el se- | gundo Adán, el Hijo de David y de Dios, dueño total- mente de sí mismo, soberano absoluto de las criaturas, pese a la más rebelde que es el ángel caido, Jesús im- y pecable, inalterable en el santuario interior de su alma i donde la sugestión diabólica no podía penetrar para tur- : barla, acepta la prueba y responde, como acabais de oir d: 04 en el relato evangélico, al tentador insidioso, dejándolo doblemente humillado. a e A - A 3 2 ! q Argumento apologético 3 Quédase la tentación del demonio como el eco le- JE jano de un silbo de serpiente que no conmueve una sóla AATBIE: de las fibras exquisitas del Corazón adorable del Hijo : de María. El tentador ve claro que no trata con un Adán como el que venció primero. Vedada le está la entrada en aquella alma santísima, siente la humillante realidad de su pequeñez a pesar de su clara inteligencia y de su infernal astucia. Es el perro que ladra, atado con cade- na cuyo límite no puede exceder en su ataque rabioso.