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Explicación para los niños Ya me figuro la algarabía que los niños hubieran for- mado, si se hallaran en la barquilla con aquellos pobres pescadores, combatidos por furiosas olas en el mar de Tiberíades. Creerían que los ibaa tragar el abismo y hubieran comenzado a tirarle del manto y a gritar deses- peradamente a los oidos de Jesús que dormía. Y... hubieran hecho muy mal. Estando Jesús a bordo del pequeño navío, estaban todos tan seguros, como en tierra firme. Ya habeis oído lo que dice el Evangelio. Con cuánta majestad y tranquilidad el Señor miró y habló a las olas, y cuan dócilmente le obedecieron. Jesús dormido vigila más que todos los centinelas del mundo, y puede más que todas las furias del abismo.[Con razón reprendió alos discípulos por su poca fe y por haber tenido tanto miedo. Habéis de saber pues, que aquella barquilla no era sino una figura de la Iglesia católica, en la que esta- mos embarcados con Jesucristo todos los católicos, Y el tremendo oleaje que durante unas horas la zarandeó y amenazaba hundirla, son cosa como pintada, al lado de la furiosa tempestad de odios y pasiones que combaten la Iglesia hace ya dos mil años. Y... todavía ni ha zozobrado, nise ha hundido. Ya veis si es milagro estupendo. Y eso que ha muchos se les figura que Jesús está dormido algunas veces y que aban- dona a los suyos al combate de los extraños. Vosotros y yo estamos en la barca y no saldremos de ella hasta a-