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42 P. BIENVENIDO DE ESTELLA ‘—Asi-lo hace éste siempre. Llega, mete el dedo, y a la boca. —Pues yo apruebo su ocurrencia. éQué le va a pasar si el dedo lo tiene limpio? —Pero fijese, mi amigo—agrega él—que te- niendo tan malo mi estémago, se me ha com- puesto desde que comencé a usar la miel asi, en pequefias cantidades, y con continuidad. —Siga asi, mi amigo, v aconsej2 a todos esta practica.. claro aue el modo se deja a eleccién: con dedo, con cuchara, o con palito, etc. Todo el mundo deberia tener colmenar en sus auintas, campos, ete ... , aunque fuera un ca- jon para tener miel a la mano y miel econémica, ‘pues se vende cara. Siento que el pebre aprecie mas el azticar que la miel, y se cebe tanto en el mate ardiente y AZUCARADO. {;Materos!! ;no teméis al cancer? Leche —tLa leche, jes alimento? jes estomacal? Esta pregunta la hice a una enferma, ya de -edad, que supe no tomaba otro alimento, por - prescripcién de! médico de cabecera. La vi en un viaje de turismo, que hice a Antuco, cerca de Los Angeles. La vi tar flaca, tan descolori- da, tan decaida, que apenas podia hablar ; toda Janguida, muy enclenque.

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