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EL GALENO, ANDINO 33 Es un caballero que se presenta diciendo: —Ya no sé qué hacer con mi estomago. La botica me ha cansado con tantos remedios, y nada saco de provecho. Lo examino y comprendo que le abunda la glucosa y faltan calorias. —jPuede usar en las comidas un poco de aji?— le dije. —jOh, qué me ha dicho! era lo que tanto usaba antes, me gusta mucho. Los doctores me lo prohibieron y desde entonces siento algo raro. ; —Pues ahora vuelva a usarlo en pequena cantidad y, siempre que pueda, uselo tierno y fresco, con su carne y pepas; asi como se dice en frase vulgar, a mordiscos, masticandolo bien con el bocado de la comida o con pan. Los que notan que el aji les cae mal, no de- ben.usarlo; mas que alimento es medicamento. Los que condenan el aji por fuerte, piensen que son mas fuertes y peligrosos el tabaco, el mate, el café, el aleohol y el azicar comercial. Si, el azticar . . . duleces con aztcar. ii Pobres ninhos que, por sus golosinas, ingie- ren veneno continuamente en sus estémagos!! FE) azticar comercial entorpece la digestién y entorpece la nutrici6n. Los nifios, que. usan los dulces, se ponen iras- cibles, débiles, raquiticos y a la vez pierden el 3 Galeno Andino

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