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EL GALENO ANDINO - que noté que ya no se extendia el dolor. Este - quedé fijo en la mano durante una semana, pe- ; _ ro disminuyendo poco a poco hasta que desapa- _ recié del todo con los baiios diarios. Ya tenia unos treinta insectos clavados en las rodelitas de corcho, pegadas en el fondo de una caja de lata, cuando, satisfecho de mi pesca, me voy camino a mi casa. En el trayecto me encuentro con un campe- sino, quien, al ver tanto insecto, exclama: —jAve Maria, cuanto pajarito! —Y Ud. jlos conoce por su nombre? —Estos se llaman ‘matapiojos; estos otros... (fué nombrando todos; el que me picd, ‘no lo nombré, ni se fijé en él; le adverti diciendo): —jPero, y éste jcomo se llama? —jAh: éste es muy bravazo! se llama ara- fhuelo......es Muy venenoso. Le conté mi caso y él agreg6é que es tan ve- - nenoso, que en la pelea con la arafa de colita colorada, se la gana y la mata. —Ya ve, a mi me ha picado en la inano y rapidamente subié al hombro, pero el agua neutralizo el veneno. Por eso sepa Ud, que el mejor remedio para eliminar el veneno inyectado por picaduras, in- fecciones externas, etc., etc. es el agua fria yen natacion, mejor. Si produce fiebre, se usan lavativas de natre