BCCPAM000R16-1-15000000000000

ee 3 ‘ EL GALENO ANDINO 115 ia palpo; manos, brazos y cara estan hela- Bays como la nieve. Llamo a la sefiora de la casa, pido auxilio pa- ra sacar de ahi a la helada cocinera y llevarla ala cama... ; son las seis de la mafiana. _ En cama ya la enferma, procedimos a friccio- “nes secas de brazos y piernas para hacerla en- trar en calor. Sudor nos cost6 a tres personas, con tantas friegas y masajes que le hicimos a la paciente cotinera Eduvigis, que ast se Ma- -_ maba. A 3 1 Por fin, entré en calor, y, con unos fomentos calientes al vientre y agiiita de culén con oro- coipo’. . . , reaccioné en tal forma y con tanta prontitud, que, a las diez A. M., ya estaba‘ go- bernando las ollas en la cocina. Contaba el caso riéndose: —iPor Maria ‘Santisima!, jyo creia morir- ' me! Cuando me levanté de la cama, apenitas amaneciendo, se me volaba la cabeza, y el co- razon saltaba como — escaparse de mi pecho. —Y'jza dénde iba Ud. a esa hora? —Pues, senor, a la cocina, 'a prender el fue- ' go. No pude Hegar, y me faltaba un epg: cai y no me_pude levantar. —j{Quién la llevé al rincén donde la vimos acurrucada? —Yo misma me_ arrastré, como pude, bus- ‘ 7 , WO es adhe oak. 5) 4 oo a eerste nn SST

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz