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102 P. BIENVENIDO DE ESTELLA drépico. El lo atendia, curandolo con sdlo la limpia. plata, o sea cola de caballo. Iba en au- mento por gramos hasta llegar a una dosis. fija y seguir hasta la mejoria. Indicaba asi: Tomar a] dia seis gramos de agua de: limpia- plata, por una semana. Aumentar a 10 gramos por dia otra semana. A 20 gramos, otra sema- na. Subiendo 10 gramos por semana, hasta en- terar 100 gramos y seguir con los 100 gramos hasta mejorar. Apruebo este modo. ‘Diarrea inveterada Es una sefiora, todavia joven, la qué adolece de esta enfermedad, que no*se la han podido cortar tantos remedios que ha usado. Los docto- res la han dejado por imposible. Se me presenté un dia, estando en Santiago, y me suplicé la atendiera, pues tenia fe en mi tratamiento, por lo que habia oido. —¥ El. caso es desesperado en Ud.? —Si, sefior; pero espero que me aliviara Ud. —Vamos a ver si tengo mas acierto ‘que los doctores que ha consultado. Mas, Ud. debe tam- * bién ACERTARSE ... —Y jcomo? —Pues siendo obediente y constante en lo que yo le indique

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