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46 JESUS VÍCTIMA DE NUESTROS PECADOS ¿Quién amó como Jesucristo a Dios y a los hombres. ..? ¿y de qué modo lo demostró? Dió al mundo su grandeza haciéndose niño; dióle su Sabiduría haciéndose su Maestro: su Omnipo- tencia, obrando prodigios y milagros; su Bondad, prodigando cariño a los pobres, a los desvalidos, a los pequeñuelos. Dióle mas: puso su Cuerpo Santísimo y su Preciosa Sangre en la Eucaristía para que lo comiéramos: y todavía el mundo no lo conocía; padece, muere en el tormento. .. ¿qué obra cosa podía hacer. ..? Así el dolor divino fué el divino arte para amarnos y salvarnos; con él nos venció y supimos el tesoro infinito de amor encerrado en el Corazón del Hombre Dios. Dió:; se dió; se inmoló: eso es amor: amor digno de Dios; pero es dolor, dolor saboreado por el Cora- zón de Dios. Y ¿no habrá sobre la tierra otro amor capaz de entender aquellos divinos excesos? Si le hay: hay uno solo, humano pero santo, puro, desinteresado, invencible, sólo comparable al de Dios: es el amor de las madres. Pero para que hubiese una madre capaz de volver a Dios un amor como el suyo, Dios se hizo Hombre en el seno de una di- vina mujer, y esa mujer, hecha Madre de Dios, amó y sufrió como Dios y para El. Sólo María Santísima pudo compartir con Jesús el placer de dar, de darse, de inmolarse por el mundo; así fué a un tiempo digna Madre de Dios y digna Madre de los hombres. q Pero nosotros, sustituídos, por Jesús en el tor- mento y en la compasión por María, lo menos que
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