BCCPAM000R16-1-10000000000000

E tn ae] O reentacanas ATTE RARITRS RATAS RETA TERRA W2___ IA BOLEDAD'OR MARÍA drá hasta el fin de la penosa jornada, y le probó la fidelidad con que María se presentaba en el lugar del sacrificio asociándose a él tal cual lo había aceptado en el instante milagroso de la Encarna- ción. La mujer de la profecía paradisfaca estaba en su puesto. Cuando se determina el destino de las demás mujeres sobre la tierra, hácense a éstas pro- posiciones para aceptar el esposo con quien hayan de compartir los azares de la vida. A la Virgen Santísima no se le había ofrecido un esposo que marcara su destino en la tierra: no eligió Ella ser fecundada por el Espíritu Santo: este era al- to propósito de Dios que se realizó en María preparada, sin pretenderlo, por su voto de virgi- nidad, ya que Jesús había de nacer de una Vir- gen. El humilde y pudoroso reparo opuesto por la hermosa Nazarena a la embajada del Angel, ga- rantizaba más bien el éxito del celestial mensaje. A María se la propuso el Hijo; ser Madre del Santo, del Unigénito de Dios; dar el germen pre- cioso de la humana descendencia al que se uniría hipostáticamente al Verbo divino; María conoció el fruto de sus entrañas antes de que sus materna- les ojos lo vieran a la luz de este mundo; y desde entonces le cantó con alma de mujer y se identi- ficó con sus trascendentales destinos. María na- ció solamente para Jesús, y Jesús vivió por María. No es bueno que el hombre esté solo, había dicho Dios en el Paraíso, y dió a Adán una compañera semejante a él; lo mismo hizo .con su humanado Hijo, segundo Adán, y le dió a María. En el Edén

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz