BCCPAM000R16-1-01000000000000

178 VIDA Y OBRA DE LA MADRE JOAQUINA DE VEDRUNA DE MAS sonal, debido a las calamitosas circunstancias referidas en este libro. Aún eran más las fundaciones frustradas por falta absoluta de personal; todo lo cual demuestra con toda evidencia su vitalidad, y habla muy alto en favor de la Madre y de las hijas. Atendiendo, pues, a la situa- ción externa, no se ve cómo la Madre Paula Delpuig pudo escribir, que «en aquellos tiempos el Instituto estuvo a punto de perecer ». Pero miremos a su interior, a lo que sucedía en su for- mación íntima y en el desarrollo de la jerarquía tal cual la reglamentaron en 1850, y entonces veremos la realidad que tuvo ante sí la Madre Paula, al quedar huérfana de tan santa Madre. Más de dos años hacía que las Casas no recibían visita de la Madre Fundadora ; estuvieron privadas aun del acostumbrado aliento de sus preciosas cartas. Al gobierno maternal había sucedido el del Padre Bernardo Sala, como Director General. La Casa Madre estaba en triste estado, y hubo momentos difíciles en el Instituto. Pri- mero, cuando en el año 1835 se recibieron indicaciones, luego insistentes peticiones y ruegos de personas muy calificadas para hacer una fundación en Madrid. La Madre Delpuig aceptó sin vacilar el salir fuera de Cataluña; pero el señor Obispo de Vich « no vino en ello, porque no quería que las Religiosas se extendieran por la parte de Casti- lla ». Fué necesario todo el carácter firme y habilidad di- plomática de la Madre Paula para que el campo de acción de sus hijas no quedara encerrado en los estrechos límites del Principado. El otro momento difícil y de trascenden- tales consecuencias fué cuando, poco después de la muerte de la Madre Fundadora, declaró sin ambages a su sucesora

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz