BCCPAM000R16-1-01000000000000
a. ein ms T A A A A e e A 120 VIDA Y OBRA DE LA MADRE JOAQUINA DE VEDRUNA DE MAS quien parecía hubiese de alegrarse más de su presencia ?... La Madre Paula, que es la que lo hace constar como testigo de mayor excepción, no creyó prudente ser más explícita, siendo como era la confidente íntima de la Madre Fundadora. Pero el Padre Nonell, minucioso in- vestigador de todos los incidentes aun pequeños de su biografiada, avanza una opinión que creemos muy razo- nable. « La Sierva de Dios, dice, tuvo que buscar un asilo en Berga por un tiempo, y después por otro más largo en Perpiñán, contra las persecuciones personales de que era víctima por ser madre de un hogar notoriamente afecto a don Carlos, por cuyo reinado peleaba en los campos de batalla don José Joaquín de Mas y de Vedruna desde el primer día de las hostilidades, en lugar siempre preferen- te. Los que tuvieron que soportar las calamidades inevi- tables de la larga guerra sin participar de los entusiasmos carlistas, aun siendo buenos cristianos, no podían justi- ficar la consiguiente perturbación civil y religiosa que la contienda acarreaba. Uno de éstos era el señor Vicario Capitular de Vich, quien, apreciando en lo que valía la obra de la Madre Joaquina, no podía tenerle simpatías personales por las causas dichas». Aun nos atrevemos nosotros a indicar otra razón o motivo mejor documen- tado, como veremos en el capítulo siguiente: parece que el señor Casadevall, en fuerza de considerarse único superior inmediato de las Carmelitas, dispersas y huérfanas durante la guerra, acabó por convencerse de que ese dominio debía perpetuarse y podía tratar con la Fundadora como lo había hecho con la Madre Delpuig, sin reconocer en ella más autoridad que la que él quisiera delegarle ; intento que no se realizó, por la vigorosa personalidad de la Madre
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz