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a A A — 0 = PRINCIPE ENRIQUE Me parecías el ángel que llevó rosas benditas, inmortales, a la cámara nupcial de Santa Cecilia! (47). ELSA Estas se marchitan... PRINCIPE ENRIQUE Sí: pero en la memoria vivas, el poder de los recuerdos, del polvo las resucita. A la mártir Dorotea me recuerdan estas mismas... que desde el celeste huerto (48), como una prenda carísima, envió a aquel que dudara y se burló de ella un día! ELSA ¿Tú no conoces la historia de Jesucristo, y la hija (49) del Sultán... la más galana de las leyendas oídas? PRINCIPE ENRIQUE Tú me la dirás: mas antes deja aquí tus. florecillas...; pon en mis manos tus manos (49 bis). y empieza la historia: dímela. ELSA Tempranito y mañanera, del Sultán iba la hija por el huerto de sus padres, cogiendo flores fresquísimas... PRINCIPE ENRIQUE ¡Igual que tú esta mañana... igual que tú... Elsa querida!

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