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halla de nuevo con los padres de la doncella, les regala todos los bienes que de él tienen en arriendo, pero ya entonces se ha operado el milagro, y el que tuvo misericordia de Elsa ha logrado misericordia del Cielo y ha sanado (Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia) y vuelve a ser querido de todos, y todos vuelven a honrarse con su trato. Pronto le proponen en matrimonio las más amadas jóvenes de alta alcurnia; ahora todos están dispuestos a dar por él la vida, si fuere necesario; pero el Príncipe reconoce que solo un ser fué capaz de tan puro sacrificio, y en ella encuentra la más preciada esposa. Y vivieron largo tiempo siendo felices Und fuhren endlich auch zugleich Ins ew'ge, sel'ge Himmelsre1ch. 5 (Y fueron por fin juntos también al reino celestial, eterno y bienaventurado.) El autor termina expresando el mismo deseo para sus lec- tores (y nosotros para los nuestros) «Amén». Como usted ve, querido amigo, el original alemán no intro- duce el diablo, ni otros personajes que vemos en la «Leyenda Dorada», de Longfellow; es más sencillo, más natural, Longtellow es un artista genial, y aprovecha todas las ideas populares para llevarlas al matizado poema, rico en todos los sentidos, obra acabada de escritor moderno de una cultura muy superior a la que poseía el autor germano. Y dichas estas cosillas, que ocupan mucho más espacio que el que yo hubiera deseado ocupase mi trabajo, me retiro por el loro, para situarme simplemente en el plano de uno de sus mu- chísimos admiradores, aunque como tal me permito pedir uno de los primeros puestos. Le estrecha fuertemente la mano su incondicional amigo y servidor de todo corazón. FELIX DIEZ MATEO Bilbao. Mayo 1927 Después de esta inmerecida carta queremos consignar que el au- tor de las lindísimas ilustraciones es, como se dice en la porta- da, el artista capuchino que acostumbra firmar ss dibujos con el sobrenombre de «Zendoya», el R. P. José Luis de Arocena. Un millón de gracias al querido amigo LU