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4 a «— 180— nasterio Vivariense, nos habla de él con toda precisión: «Torre fabricada de diversos tubos, a donde unos fuelles dirigen el aire y produce una voz robusta, y con el fin de modularla artís- ticamente sale de su interior cierto mecanismo de lenguas de madera, que pulsadas con disciplina y orden por dedos maes- tros, vienen a constituir una grandiosa y suavísima consonan- cria.» Entre los celebrados constructores medioevales, citaremos al dominico Ulrico Engelbrecht por haber fabricado uno para la catedral de Estrasburgo, que más tarde verá citada el lector, Con el curso de los años se fué perfeccionando el órgano, y en- tre los que más han contribuído a ello sería manifiesta injus- ticia omitir el nombre de la familia Cavaillé-Coll, habiendo lle- gado a ser Arístides el más eminente de los organeros del si- glo XIX, el cual triunfó a los veintidós años en un concurso en que tomaban parte Erard, Abbey y otros de no menor talla, Los progresos de la organería consienten hoy la fabricación de instrumentos dotados de recursos maravillosos y de factura gi- gantesca, como el de la catedral de Passau (Baviera), quizá el mayor del mundo, econ tres consolas distintas err el coro (centro, evangelio y epístola) y dos adicionales a ambos lados del pres- biterio, comunicados con las corales por la tubería que va sobr: la bóveda: días antes de su inauguración tuvimos el placer e escuchar un concierto improvisado, que nos dió alguna idea de las sorprendentes combinaciones a que se presta aquella cons- trucción monumental. (11) Es el primer verso del himno de Maitines que se canta en todos los oficios dominicales, desde el domingo tercero de Pentecostés hasta el día 27 de septiembre. Ello podría servir de espolique para precisar la fecha del desarrollo de los aconteci- mientos que se propone narrar el poeta, si la distribución ac- tual de himnos y salmos correspondiera a la utilizada por los clérigos medioevales; circunstancia difícil de definir, ya que de entonces acá ha habido notables variaciones y reformas del rezo coral. (12) Es uno de los más opulentos castillos de los muchos que adornan las pintorescas riberas del Rhin. Se le encuentra en el curso de la historia con las variantes de Faitberg, Vauts- berg y Voigtsberg. En la actualidad lleva el nombre de «Burg Rheinstein», fué restaurado con regia esplendidez por Federico de Prusia entre los años 1825 y 1829, procurando utilizar el ma- yor número posible de escombros, por que tuviera más sabor- cillo original, y en la capilla del Castillo fué enterrado cuando murió en 1863. Está situado frente a Assmannshausen, a una