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— 151— del arte de curar, porque sin esto, como tú lo sabrás, seguramente, y también como yo, sin ese medio, ¿cómo probar que sabes más que otros? Después, cursamos otros cinco nuevos cursos, a medicina consagrados, lecciones de quirúrgica, y hacemos la disección en cuerpos de marranos, que es lo más parecido a nuestro cuerpo. ESTUDIANTE 2.* ¿Cuáles son vuestros libros más en boga? ESTUDIANTE 1.* Un catálogo hay, y muy extenso: la mayoría de ellos, propios, como de Garioponto, el Pasionario: el texto (187) de Miguel de Platea, y un volumen (188) Régimen de la escuela de Salerno (189), a Roberto el Normando, de elegante y castizo latín, escrito en verso. Y cada escrito de estos, ha su turno, y cuando ya por fin damos con ellos, llega entonces, la lucha para el grado con críticos más hábiles y viejos: tesis pública, preguntas y respuestas; explicar un pasaje, sobre el texto de Hipócrates, o bien de la Analítica (190) de Aristóteles. Allá está en pie el Maestro (191); se coloca un volumen en sus manos para jurar sobre él su reglamento formas y modos de la vieja Escuela: el denunciar al sórdido droguero, que drogas mezcla con sustancias varias; el visitar tres veces los enfermos, durante el día, y una por la noche... si vive en la ciudad; mas sin apremio, de dieta alguna, si es necesitado. Y habiendo prometido todo esto, se le corona de laurel, y entonces en la mejilla se le estampa el beso;

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