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X NOVAR. — Décimo apellido de Fray Diego y se- gundo de don Martín Cruzat, uno de sus bisabuelos maternos. En documentos oficiales no se firma éste, al uso de la época, más que Martín Cruzat. El apellido Novar o Nobar no lo hemos visto más que en relacio- nes y referencias de carácter particular, sin otra auto- ridad que la grande que pueda darles la respetabili- dad de las personas que las dan. Este carácter, pues, completamente provisional y esencialmente rectificable tiene el empleo de este apellido y el blasón que le asignamos. Queriendo saber algo de Novar (*) y su blasón nos hemos trasladado al palacio. Hoy Novar es una ruina destartalada en la que los dos o tres ágiles fustes de columna esparcidos en tierra no nos darían idea, sin ayuda de los planos, de lo que fué hermoso palacio antes de ser volado por la ex- plosión del polvorín que en él tenía el ejército carlista durante la segunda guerra civil. Aun con ayuda de los planos poco podemos sacar para nuestro objeto, pues el Novar que nos daría algún indicio es el Novar del siglo xv, el contemporáneo de don Martín, mientras que los planos nos muestran un palacio de un renacimiento ya maduro. Es ésta la razón por la que no damos una importancia excesiva al descubrimiento en ellos del blasón del palacio: en duplicado primero y cuarto, tres calderas formando ángulo mayor, y en segundo y tercero dos fajas. (El dibujo no es heráldico y falta la indicación de los esmaltes.) Tales armas pueden muy bien ser dis- tintas a las que llevaron siglos antes los dueños del palacio primitivo. Sin embargo, por prevenir esta posibilidad y por la semejanza que tienen con las que don Juan Carlos de Guerra en su- Armorial de linajes eúskaros asigna el apellido Nobar, las hemos descrito. Parece que el apellido Novar está en contradicción con el de la esposa de su padre (v. Cruzat) pero la misma poca precisión en el nombre de esta señora, a la que unas veces vemos llamar Isabel de Fresnoy, otras Juana de Termes y otras Teresa de Termes, nos animan a no alterar nuestra ge- nealogía por miedo a que queriendo huir de un error caigamos en otro. ARMAS DE NovAr, — El escudo que se nos ha facilitado puede des- cribirse : de azul, un sol de oro. (1) Novar es una bonita posesión de 78 hectáreas que corre entre frescas alamedas a lo largo del río Sa- lado, situada junto a Riezu, a 13 kilómetros de Estella. A la amabilidad de su actual propietario, don Miguel Unanua, debemos el conocimiento de los planos del palacio levantados por algún arquitecto o ingeniero fran- cés de mediados del siglo XIX. Su fachada, flanqueada de dos torres cuadradas tenía una suntuosa puerta formada por columnas toscanas que sostenían un gracioso frontón, cuyo tímpano alojaba el escudo de ar- mas de sus señores,