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5 IA API 20 Wo A e e A A A A e o A A > ly 0 Ñ 7 a ta 30 Yo SO: EV GENTENARELO Los veintiséis pueden verse el día que esto se escribe en una pintura exis- tente en la Iglesia Parroquial de San Miguel, aquí en Estella; a un lado los hijos con el padre y al otro lado las hijas con la madre, todos oyendo el Santo Sacrificio de la Misa. Todavía cuando doña Catalina murió en 27 de junio de 1521 dejó seis varones y ocho hembras. Una de éstas, María, casó con Martín de San Cristóbal y fué la abuela de Fray Diego. Los varones llegados a mayor edad fueron Juan, Esteban, Pedro, Diego, Miguel y Bernal. Pedro fué sacerdote y los otros cinco fundaron las cinco casas de los Fguías, en Estella. Seguirlos en su descendencia que tantos hábitos de órdenes y tantos esforzados capitanes de mar y tierra ha dado, no es propio de este estudio. Pero sí diremos que Juan después de dejar descendencia y de enviudar se retiró al Monasterio de Irache. Esteban, que hereda el mayorazgo enviuda también y, dejando sus hijos y su hacienda, entra en la naciente Compañía de Jesús. Diego no tiene hijos que dejar: es sacerdote. Pues bien, da todos sus bienes a los pobres y corre con su hermano Esteban a ponerse al lado de Ignacio de Loyola y ambos son en Roma sus primeros soldados, confidentes y amigos. Pero el P. Esteban Eguía antes de ser jesuita estuvo casado con doña María de Mongelos y tuvo un hijo, Nicolás, siendo nieto de éste y biznieto del Padre Esteban don Francisco de Eguía y Beaumont, de quien hemos tomado gran parte de los datos que anteceden. No se nos ocul- ta que desde 839 a 1450 hay mucho rectificable, pero esta genealogía — tan hija, en sus excusables errores, del siglo xvt — merece respeto y el espí- ritu crítico de nuestra época tiene que desarmarse un poco ante la quizás algo sospechosa antigiiedad de donde el biznieto del venerable jesuíta la hace arrancar. ARMAS DE Los Ecuías. — Entre sus varias descripciones, de origen diverso, que tenemos a la vista, todas coincidentes en las figuras y todas distintas en los esmaltes, damos preferencia, respetando las demás, a la de don Francisco de Eguía y Beaumont, tanto por ser sus armas propias, como por haberlas copiado de documentos originales y de la puerta del Hospital de Estella, fundación de los Eguías: Em duplicado primero y cuarto y en campo de plata una vaca roja con su campanilla al cuello y en se- gundo y tercero en campo de oro una caldera de sable con su lar.

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