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Y SU TV CENTENARIO 23 por línea recta masculina de Don Fernando de San Cristóbal y Fernández de Escaza, es mi voluntad que de aquí adelante Vos Don Baltasar y vuestros legítimos descendientes y sucesores por recta línea de varón hayáis y uséis hayan y usen por y para siempre, sin que nadie ponga impedimento en ello la Cruz de la Orden de Calatrava en la cabeza de vuestro escudo de Armas, como la hubieron vuestros pasados. (Firmada en Madrid en la fecha indicada y en la siguiente forma: Yo el Rey (rubricado). Yo Don José Diego de Goyeneche, Secretario del Rey nuestro Señor la hice escribir por su mandado. (rubricado). Refrendado : Nicolás Berdugo (rubricado). El Conde de Flo- ridablanca (rubricado). El Conde de Campomanes (rubricado). (9 folios de papel sellado con el Real de España, sin numeración, cosidos con otros 5 sin sello, excepto el tercero que además del sello real lleva dibujado en co- lores el escudo de San Cristóbal. Cubiertas de terciopelo rojo de cuyo lomo arrancan los cordones de seda roja de los que pende el estuche de hierro que contiene el Sello Mayor en lacre de Carlos III) (1). Esta concesión fué confirmada en una Carta Real de sucesión a la ba- ronía de Torrejubera dada por Carlos IV a don Manuel de San Cristóbal en 2 de marzo de 1792 y firmada en Aranjuez por el Rey, el Conde de Aran- da, Iñigo Conde, Diego Rubio y el Licenciado don Sancho Llamas. (6 folios de pergamino y 5 de guarda. En el tercero de ellos va el escudo. Encua- dernación de terciopelo rojo. De la parte superior del lomo arrancan dos cordones, uno rojo y otro amarillo, de los que pende un estuche de bronce que contiene el Sello Real en lacre) (2). Y aquí termina para nosotros el historial del apellido San Cristóbal; pues el propósito que formamos de no edificarlo sino sobre documentos oficiales que tengamos a la vista y el miedo de que el faltarnos éstos haga degenerar nuestra prosa en un trozo de amena literatura nos hace dese- char no pocos materiales. Pero vamos a hacer una excepción en gracia a lo inédito del autor y a ser éste compatriota y coetáneo de los sobrinos de Fray Diego, con el Capitán don Francisco de Eguía, que en la manera pomposa y florida de la mitad primera del siglo xvi nos cuenta cómo en el sitio de Algeciras el Caballero de San Cristóbal y su primo Pedro Martínez de Medinilla, habiendo salvado la vida de Alfonso XI a costa de las suyas, pues Medinilla quedó muerto y San Cristóbal poco menos, el rey los mandó sacar a campo raso con su pendón real honrándolos delante de todo el ejército y después de hacer enterrar al Medinilla con toda pompa en la iglesia de San Andrés, de Medina de Pomar, su pueblo natal, dió al San Cris- tóbal, entre otras muchas mercedes, por armas acrecentadas las que uni- das a las antiguas forman el siguiente escudo : partido en palo y el primer (1) Archivo del Conde de Isla, (2) Archivo del Conde de Isla,