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12 FRAY DIEGO DE ESTELLA por esta parte; formado éste de artesones exagonales, del centro de cada uno de los cuales pendén grandes piñas rematadas en estrellas. La fachada corresponde, como es natural, al interior del palacio, el cual consta en su planta llana de un espacioso vestíbulo que da acceso (por una puerta de arco elíptico exornado de puntas de diamantes, labrado todo ello en piedra), al ancho patio rodeado por tres de sus lados de dos series de columnas superpuestas, que en las de su parte inferior son de estrías rectas y en la superior en espiral, rematadas en capiteles de la misma traza, en cada una de cuyas caras octógonas hay esculpidas primorosas cabecitas alternadas de hombre y de mujer, admirablemente esculpidas y expresadas. En frente de la puerta de entrada se abría el hueco de la magnífica escalera de piedra que por fuera del patio conducía al piso principal, la cual desapareció hace ya algunos años, no quedando de ella vestigio ninguno y habiendo sido sustituída por una provisional de madera. Por dicha escalera antigua se penetraba en la galería alta, a través de una gran puerta en ls remates de cuyas jambas están modeladas en yeso, en una de ellas la imagen de la vida, representada por un robusto niño, y en la otra la de la muerte, por un esqueleto humano. Toda la vivienda gira alrededor del patio descrito, el cual ocupa por completo los lados Este y Norte, y las habitaciones los lados Oeste y Sur. En el entresuelo, al que corresponde la ventana baja de la fachada, están la cocina y departamentos secundarios, las ventanas de éstos que dan al patio están ornamentadas con primorosas molduras de yeso. En el piso principal y dando a la fachada se halla el gran salón, que abarca toda la anchura del edificio, donde están abiertos los dos balcones referidos, y en su testero hay una monumental cocinilla para la calefacción, rematada con el escudo de los San Cristóbal y las imágenes de Nuestro Señor Jesucristo, el Agnus Dei y la de un santo, con un emblema ya borroso, todo ello modelado también en yeso. Su elevado techo está atravesado con excelentes maderas de pino la- bradas, corriendo por bajo de ellas una cornisa con balaustrillos de madera tallada también. Completan el piso principal, ocupando el lado Oeste, dos habitacio- nes que dan al patio central, con sus correspondientes ventanas, adornadas en su parte exterior con finas franjas igualmente modeladas en yeso, ha- biendo en el muro de una de esas habitaciones, que parece haber estado des tinada a oratorio, un pequeño hueco como para estar empotrada en él una pililla de agua bendita, y los techos son similares a los del salón men- cionado. Por una pequeña escalera de servicio que existe entre esos dos cuartos y otro que da a la parte del río, se sube al piso segundo y último de la casa en el que hay un dilatado granero, iluminado por las cuatro ventanas altas