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Y SU: TV CENTENARIO 7 Y, en mi modesta opinión, así debe de ser, a juzgar por los elemen- tos constructivos y decorativos que la integrán, que hacen suponer no se haría sino algunos años después de ver la luz aquel preclaro hijo de los San Cristóbal y Cruzat, o sea, a mediados de la centuria décimo-sexta. La actual propietaria del palacio, Doña Aniana de Ollo, Viuda de Irujo, nos ha facilitado un documento que confirma esta opinión. Se trata Dos grandes balcones de hierro vuelan en el piso primero., de un pliego de papel, en tres de cuyas cuatro caras está copiada en letra perfecta — que recuerda sorprendentemente la de Fray Diego — el mismo pasaje de algún libro de caballería. Las planas van firmadas al pie, en dis- tintos días de agosto de 1568 y son indudablemente ejercicios caligráficos de perfeccionamiento de letra, metidos en el espesor de un muro por capri- cho o recuerdo quizás de la época en que tomó su forma actual el palacio de San Cristóbal. Mas, aunque sea esto cierto, en nada aminora el valor positivo de ese monumento histórico tal detalle, siendo indudable que contiene el suelo donde vino al mundo nuestro eximio coterráneo y constituyó el hogar no- bilísimo en que posó sus plantas, y palpitó su corazón abrasado en el di- vino amor, y albergó su alma privilegiada por tantos títulos.

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