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Y SUSTO CE NABEN ARÍ-O I hu tu LA VIDA DE SAN JUAN EVANGELISTA La prinera edición lleva el siguiente título : «Tratado de la vida, loores y excelencias del glorioso apóstol y bien- aventurado San Juan, el más amado y querido discípulo de Cristo nuestro Salvador. Compuesto por el P. Fr. Diego de Estella de la Orden de los frai- les menores. Dirigido a la muy alta y muy poderosa reina de Portugal y por mandado de su alteza agora nuevamente impreso.» Con real privilegio y visto por la santa Inquisición. Año MDLIV. En el colofón dice : «Al loor y gloria de Dios acabóse el tratado de la vida y excelencias del glorioso evangelista San Juan en la muy noble y siempre leal ciudad de Lisbona, en la imprenta de Germán Gallardo impri- midor del Rey nuestro señor. Acabóse a nueve del mes de Augusto. Año de mil y quinientos y cincuenta y cuatro.» Mucha distancia hay desde esta primera obra hasta la clásica de las ; Meditaciones, pero a pesar de lo rebuscado del hipérbaton, ya puede no- tarse la limpidez de estilo, que se irá aquilatando cada vez más, hasta lle- gar al aticismo. A continuación de la dedicatoria viene un prólogo, que por dar idea de la finalidad de la obra copiamos a continuación : «No te escandalices, devoto lector, si queriendo siempre leer grandezas de San Juan, no ocurriere a todo tiempo lo que deseas y yo alguna vez en otras materias me detuviera ; porque de tal manera tomé esta empresa que quise de una vía hacer dos mandados. Entre las excelencias de San Juan me pareció cosa digna entremeter a su tiempo y propósito materias morales y de sustancia para tu erudición y provecho, porque la buena doctrina que es verdadero man- jar del alma no quedase en olvido ; la cual munca debe dejar el que cristiana- mente quiere escribir. No cabe en razón ni menos conviene desamparar las útiles doctrinas por gastar todo el tiempo en flores de santos. Lee con pacien- cia y persevera hasta el fin en esta lección porque hallarás alabanzas de San Juan que podrá ser te satisfagan ; de modo que acabado el libro, si eres devoto de este santo apóstol quedes satisfecho y juntamente con esto seas en el alma consolado. Dividí los capítulos por ser grandes en artículos, cuya substancia en cada título de artículo hallarás escrita. No soy tan arrogante que piense no haber muchas faltas y ignorancias en obra tan varia y de tan diferentes materias, de las cuales aunque mi poca suficiencia es la causa principal, tam- bién lo debes atribuir al breve y muy ocupado tiempo en que el presente trabajo