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Y SU IV CENTENARIO LOS COMENTARIOS SOBRE EL EVANGELIO DE SAN LUCAS El ejemplar de que nos servimos es el de la primera edición, en 1575. En el centro de la portada aparece el escudo nobiliario de los San Cris- tóbal, contracuartelado con el de los Cruzat. Tiene la particularidad de haber sustituído la bordura de aspas de oro en gules por el cordón fran- ciscano. El tomo segundo, que se editó un año antes que el primero por las dilaciones a que dió lugar la previa censura de la Santa Inquisición, lleva el ex-libris de Juan Canova, compuesto de la imagen de Belerofonte dando muerte a la Quimera, con una orla que dice: Consilio et virtute chimaeran superari, id est, fortiores el deceptores. A los lados del emblema hay dos sá- tiros tenantes, coronado todo por un bucráneo. En la última hoja en blanco hay una nota manuscrita que dice : «Por comisión de los señores inquisidores he visto y expurgado este presente libro conforme al nuebo chatalogo en Zaragoza a 25 de agosto de 1585. El doctor Honorato (?) ilegible». Comienza esta obra, que tiene 240 folios en el primer tomo y 274 en el segundo, por una Cédula real, cuyo texto pondremos por la importancia que tiene esta obra que tantos disgustos costó a Fr. Diego y de la que tan- to se habían de aprovechar los comentaristas posteriores. Dice así ; «Por cuanto por parte de vos Fr. Diego de Stella, predicador de sant Francisco de Salamanca nos fué hec a relación, diciendo que vos habíades compuesto unos comentarios en latín sobre el Evangelio de san Lucas; los cuales eran muy útiles y provechosos para todos los predicadores, su- plicándonos lo mandásemos ver y examinar, y hallando ser tales, os man- dásemos dar licencia y facultad para los poder imprimir y privilegio para los vender, o como la nuestra merced fuese ; lo cual visto por los de nuestro consejo, por cuanto en el dicho libro se hizo la diligencia que la premática por nos ahora nuevamente hecha dispone... Dada en el Bosque de Segovia a diez y seis días del mes de junio de mil y quinientos y setenta y tres años. — Yo el Rey.» Que la obra fué examinada lo dice el mismo Rey en su Cédula, pero los émulos de Fray Diego a quien ya entonces se le tenía por reformador de su Orden, siendo así que no hacía sino seguir las inspiraciones del santo Fr. Pedro de Alcántara, pidieron una nueva revisión de la obra, que fué expurgada en unos 32 pasajes, como veremos más adelante.