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96 PRAY DIEGO DEFESTELTEA victorias cayeron miserablemente. El fuego ablanda al hierro y lo convierte en fuego y este fuego infernal suele ablandar a los hombres de hierro por fuer- tes que sean y convertirles en sí mismo. Huye de conversaciones peligrosas. Si no fuera la pared quemada por la candela encendida que llegó a ella, a lo menos es afeada y ennegrecida. Si no fueres encendido, será tu fama oscu- recida, llegándote a ruines conversaciones. Conoce que eres de carne y no te olvides de la flaca materia de que eres hecho y no te fíes de ti mismo. Otros más valientes que tú han sido vencidos. El demonio cuando junta dos carbo- nes, sopla hasta que los enciende. De él dice el santo Job que su soplo enciende las brasas. La brasa sola muérese, pero llegándose dos carbones, enciéndense ambos con el calor del uno y del otro. Cuanto más tratares con el mundo tanto serás más lleno del polvo de sus vanidades. Casi es imposible andar gn el molino y no pegarse alguna harina en las vestiduras. Así parece cosa impo- síble tener mucha conversación con mujeres y vivir limpiamente. No puedes andar junto al fuego y no calentarte. El Eclesiástico dice: De la vestidura procede la polilla y de la mujer la maldad del varón. Sino te apartares de con- versaciones peligrosas, tarde o temprano vendrás a ser vencido. Pocos son los que en la mocedad o en ta vejez no paguen argún tributo a este ídovo de Sa- janás, porque hay pocos que se determinen a quebrar muy de veras con el mun- do. Huelgan de ser castos y alaban la castidad, pero hacen poco por guardarla, Quieren ser honestos y no perder las visitas y cumplimientos que tienen con el mundo. Tienen buena intención pero son poco avisados. Conviene vivir con mucha cautela. Aunque te tengan por desconocido y seco de condición, no hagas caso de eso, porque así cumple, que seas para vivir en mundo tan peli- groso. Guarda los sentidos que son las ventanas del ánima. Jeremías dice: Entró la muerte por nuestras ventanas. Isboset perdió la vida por guardar mal las puertas de su casa. Si fueres descuidado cerca de la guarda de tus sen- tidos, serás vencido. Mira cuanto mal vino al mundo por poner Eva sus ojos en la hermosura del árbol vedado. No conviene mirar lo que no es lícito desear. Si David no mirara a Bersabé, no cayera como cayó. Ten vigilancia en la guarda de tus sentidos. La Escritura dice : Mi ojo robó mi ánima. Esto causó la muerte a Holofernes, que puso los ojos en la hermosa Judit. Dina, hija de Jacob, porque fué curiosa en querer ver, perdió su virginidad. Discreción es resistir a los enemigos donde puedes más facilmente vencerlos. Eliacim mandó guardar los pasos angostos de los montes por donde los enemigos podían subir a Jerusalem ; así has de guardar los sentidos por donde entra la muerte a nuestra alma. Cuanto menos oyeres y vieres las cosas que son del mundo, tanto menos estará tu concupiscencia para codiciar y menos pensarás en cosas ilícitas. Los ojos que son guta de los sentidos muy presto ensucian el corazón, si no recoges la vista. Dificultosa cosa es ver cosas hermosas y mo aficionarse a ellas. Para librarte de los lazos ocultos y de los descubiertos, por tus ojos dentro de tí y quítalos de las cosas de fuera. Remedio es contra

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