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Dos palabras del autor — > mu a. Espigadas en el campo de la historia te ofrece- mos un manojo de curiosidades, pueblo curioso. La única perfección de este hacecico consiste en que, como el haz, no es todo trigo. Y nuestro único mérito está en la paciencia del espigador, pues para esta cosecha no hemos plan- tado ni regado, mucho menos hemos dado incre- mento. Ni siquiera hemos sido afortunados en la elec- ción. El terreno fertilísimo á derecha é izquierda nos proporcionaba en abundancia espigas más gra- nadas que las de Egipto, pero nuestra inexperta mano ha recolectado sólo las estériles. Tales como son, esperamos darán por algún instante alimento á tu curiosidad. Buenos Aires 8 de diciembre de 1906.