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= 672 = ceremonia. Al llegar á la capilla, se coloca la Rosa sobre un altar al pie de una cruz, y á continuación de esto se celebra la Misa en presencia del Papa. Todos los ornamentos del Pontifice y de los Carde- nales celebrantes son de color de rosa, lo mismo que el rico tapete de seda bordado de oro que cu- bre el altar en donde está la bendita flor. Termi- nada la Misa, se vuelve á entregar la Rosa al Sumo Pontífice, quien rodeado de todo el acompañamien- to, se dirige otra vez en la misma forma á la sala de los ornamentos. Origen de su bendición y costumbre de donarla No hay datos ciertos ni conformidad entre los escritores acerca del origen y año en que se insti- tuyó la ceremonia de bendecir y ofrecer los Sumos Pontífices la simbólica Rosa de oro, ni consta se hayan hecho investigaciones concretas y definiti- vas sobre el particular anteriores al siglo XI. Di- cen algunos que es posible se celebrase con más ó menos solemnidad la bendición de la Rosa de oro antes de esta fecha, Teófilo Rainaudo, que trató muy particular- mente sobre el origen de la Rosa de oro, dice que esta costumbre es muy antigua en la Iglesia y que no es fácil designar cuándo se instituyó y por quién. El «Diccionario histórico de Moreri», edición española de 1753, dice, que algunos refieren su institución al siglo V y otros al IX. Nosotros creemos se puede conjeturar con bas- tante acierto que, dada la aceptación que desde los más remotos tiempos tuvo la rosa para la re- presentación simbólica de ideas, y su importancia

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