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a 665 di LA ROSA DE ORO Solemne é importantísima es en la Iglesia cató- lica la bendición de la Rosa de oro; costumbre que los Soberanos Pontifices vienen practicando desde hace muchos siglos. La Iglesia se distingue por la poesía y tierna grandeza de su liturgia, hasta tal punto, que el más insignificante de sus ritos tiene siempre piadoso significado y espiritual simbolis- mo. En la bendición de la Rosa de oro, empezando desde el día designado para esta ceremonia, y si- guiendo en todos sus detalles hasta el solemne de la entrega, todo reviste la conmemoración de al- gunos de los misterios de nuestra religión sacro- santa. Desde los tiempos más remotos se profesó tan especial estimación á la Rosa, que fué consi- derada como la reina de las flores, símbolo del amor y. la alegría, escogida para la representación de ideas elevadas y de grandes sentimientos, prin- cipalmente por el paganismo, que no sólo la con- sagró á Venus, cuya sangre dicen la dió color, sino que fundó en ella multitud de mitos y fábulas. La humanidad ha representado siempre sus place- res y dolores en la rosa y sus bellas propiedades. El lenguaje vulgar es una prueba de la estimación que se hace de la rosa y del significado que se la da, según las siguientes frases: bañarse en agua de rosas, significa satisfacción: de color de rosa, se lla- ma generalmente á las ilusiones halagieñas: no hay rosa sin espinas, se suele decir para significar la perfección de nuestras dichas en la vida. Para la importante ceremonia de la bendición de una flor,