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=801 = en 1871 quieren celebrar el XXV aniversario de Pío IX, es nombrado para Arzobispo de Cuba el cismático presbitero Llorente, levanta otra vez la cabeza y muy pujante la guerra civil, continúa la de las Colonias y se prepara la socialista. Cansado pronto el rey de todos los liberales de España, peores todos, abdica la corona á 11 de febrero de 1873, y á consecuencia de esta medida los repre- sentantes de la nación proclaman la república más desastrosa bajo la presión de las turbas. Después de dos años de anarquía en busca de rey y de otros dos de monarquía democrática y advenediza, fal- taba todavía á la revolución impía y demagógica el hacer ensayos de república en sus dos fases obligadas, de anarquía y dictadura. España vive en completa anarquía durante el año 1873, y en dictadura el 1874. Los desórdenes y sacrilegios, sobre todo en Barcelona, no tienen nombre, los al- caldes de Andalucía y de otras partes vuelven á cometer los atentados que tan lucrativos habían sido dos años antes, en vista de esto, los proleta- rios se levantan contra los ricos y queman los cor- tijos y se reparten las dehesas. Serrano trata de recobrar el poder, Figueras, presidente de la Re- pública, tiene que huir como Espartero y Amadeo, sucédele Pí Margall, ateo y enemigo declarado del Catolicismo, en cuatro meses gasta la república cuatro ministerios á cual peores, el estado de Ls- paña es el del caos... Al ateo señor Pí Margall su- cede el krausista D. Nicolás Salmerón, racionalis- ta y enemigo declarado de la religión cristiana. Fatiga y apena el ánimo tanto horror, y vamos omitiendo muchas cosas, y sóbre otras saltando. Se quiere la separación de la Iglesia y el Estado, se