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= 628 = una celebridad funesta por los robos y asesinatos. Se abrieron las Cortes: suspendiéronse las garan- tías, y se legislaron los derechos ilegislables, obje- to ya de ridículo más que de respeto, quedando suspendidas las garantías constitucionales el día 5 de octubre. Valencia fué bombardeada el día 16, y ocupada por las tropas después de no pequeñas pérdidas, y por fin, el día 24 de octubre podía ya el gobierno dar por terminada la sublevación re- publicana con la fuga á Gibraltar de los diputados Paul y Salvoechea. Los republicanos sublevados los calcula el go- bierno en más de cuarenta mil: los perjuicios y destrozos causados por ellos en más de cuarenta millones. Aunque se hagan subir éstos á ciento, no habrá exageración en el cálculo. Las pérdidas causadas por los carlistas las ha tasado el gobier- no en veintisiete millones: cantidad que ha pareci- do exagerada, pues todos los destrozos hechos por ellos no equivalen á la cortadura del puente de Fuentidueña. Vencida la insurrección republicana el gobierno ha vuelto al tema de buscar rey y ha- cer morir de hambre al clero. A 19 de noviembre, el gobierno, por medio del señor Martos, ataca á la augusta asamblea que de- bía reunirse en Roma para celebrar en 8 de di- ciembre el Concilio Vaticano. Se impide al señor Jardenal de Santiago y al Obispo de la Habana asistir al Concilio, mientras los diarios oficiosos, para retraer á los Prelados, anunciaban que los Obispos de España harían allí mal papel. Siendo así que allí como en Trento los Obispos españoles por su teología y elocuencia habían de brillar y figurar en primera línea, y así fué.