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= 086 = clero, protestaron de palabra ó por escrito contra tal medida. Zorrilla, con fecha 6 de septiembre, mandó for- mar causa por este motivo al Sr. Cardenal de Santiago y á los Obispos de Urgel y Osma, que se negaron á cumplimentar sus órdenes. Las con- testaciones de otros trece Prelados, pasaron al Consejo de Estado, y á los restantes se dieron las gracias. Los que las recibieron las tuvieron por desgracia, y se apresuraron á manifestarlo así al ministro. Pero al punto otras atenciones más perentorias vinieron á distraer la atención del gobierno hacia otros peligros reales y mayores. Los republicanos federales venían organizando un gran levantamiento. El 17 de mayo se juntaron en Tortosa y juraron el pacto federal, erigiendo en Estado independien- te la antigua corona de Aragón. Formáronse otros Estados por Castilla la Vieja, Extremadura y An- dalucía, erigiendo así en pequeñas repúblicas y Estados federales los que en otros tiempos fueron reinos. La sublevación carlista les sirvió de exce- lente pretexto para aúnarse y organizarse más, y los diputados de más importancia y nombradía sa- lieron á predicar y organizar el alzamiento en casi todás las provincias. No bien habían desaparecido los carlistas, cuando ya el día 24 de agosto se decla- raron en huelga varios industriales de Barcelona y Granada. El día 7 de septiembre se sublevaron en Ma- drid más de trescientos voluntarios, tomando por pretexto el habérseles quitado la guardia del Prin- cipal en la Puerta del Sol. Los restantes compro-