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= 091 == que nos deja bien tristes recuerdos. (1) La revolu- ción de España con honra ha tenido en el primer año de su vida tres períodos notables. Satisfecha la sed de venganza con la fuga de la Corte y los insultos contra los Prelados, las religiosas y la so- ciedad de San Vicente de Paúl, que fueron sus pri- meras atenciones, se procedió, según costumbre, á repartir el botín, lanzándose todos los revoluciona- rios sobre los destinos con avidez increíble, llenán- (1) Se deja bien conocer, dice el Padre F, R. que las primeras hazañas de la revolución serían las de costumbre, es decir, contra la Iglesia. En efecto, dada la señal en Madrid, se apresuraron los patriotas de las provincias á imitar el ejemplo de los de la metrópoli. Por consiguiente, los jesui- tas, y los miembros de otras congregaciones religiosas, fue- ron expulsados de sus casas, Se suprimió la Sociedad de San Vicente de Paúl y se le ocuparon los fondos que tenía para socorro de los pobres. Diferentes comunidades de reli- giosas fueron lanzadas á la calle, se las despojó de sus con- ventos en beneficio de especuladores, y derribáronse con el mismo objeto templos que eran glorias nacionales. Insultóse á la Silla Apostólica, y se arrancaron del palacio de la Nun- ciatura las armas pontificias, que fueron arrastradas y que- madas con grande alzazara frente al Ministerio de Gracia y Justicia. Se persiguió al Clero, se dió muerte á inofensivos sacerdotes, y se encarceló 4 venerables Obispos. En suma, se cometieron con entera libertad los crímenes más horren- dos y se abrió ancha puerta á todas las malas pasiones con la proclamación de los derechos individuales del matrimo- nio civil, de la libertad de imprenta, de la libertad de en- señanza, de la libertad de cultos y de tantas otras liberta- des como acordaron á los suyos los seides de aquella situa- ción, incluso la de herir horriblemente al verdadero pueblo español en lo que tiene de más caro, de lo cual los padres de la patria dieron cumplida prueba en el llamado santuario de las leyes, haciendo alarde de ateismo, blasfemando dae Dios y burlándose del misterio de la Trinidad Santísima,