BCCPAM000R14-3-06000000000000

ANIOS an a A rm e A AX — A IRC A A — ea quien profesaba entrañable cariño, murió de re- pente. Inmediatamente murió también su hija, y Farini se encontró solo. Farini se volvió loco. No referiremos aquí todos los incidentes de su furiosa locura, pues bastará consignemos algunas circuns- tancias que concurrieron en su horrorosa enferme- dad, para hacer resaltar la acción de la Justicia divina. Rechazaba todo el alimento que se le sumi- nistraba, y satisfacia el hambre de la manera más inmunda. Farini había cortado la cabeza de una víctima inocente, y en su locura se veía persegui- do sin cesar por la sombra vengadora de su vícti- ma: «<¡Anviti, Anviti ensangrentado y con la cabe- za en sus manos, mírale!» Farini repetía contínua- mente estas palabras, y desnudo y cubierto de mi- seria é inmundicias, se arrastraba por el suelo dando gritos espantosos. Así vivió hasta su muerte, año 1866, el cruel y ambicioso dictador de Toscana, el ministro revolu- cionario de Víctor Manuel, el súbdito rebelde de su legítimo soberano el Papa Pío IX. CASSINIS, MINISTRO DE CULTOS DE VICTOR MA- NUEL, REY DEL PIAMONTE. Desde su elevado puesto cooperó cuanto pudo á la invasión de las Marcas y la Umbria. Es otro de los enemigos de la Iglesia y del Papa que con desastrosa muerte compareció ante el tribunal de Dios. Recordando sus crímenes vivió lleno de tris- teza, hasta que se degolló con una navaja de afei- tar, el año 1866. Vivir una vida dolorosa, llena de remordimien- tos y morir de muerte desastrosa: he aqui el casti- go que impone Dios á cuantos se rebelan contra su Iglesia,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz