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SIGLO XIX BERTHIER, GENERAL DEL EJÉRCITO FRANCÉS. 1 Inmediatamente después de la muerte del ge- neral Duphot, recibió Berthier del Directorio la orden de marchar contra Roma á la cabeza de un 1 ejército formidable, que entró en la Ciudad Santa Ñ el día 12 de febrero de 1798. Dos dias después, el Ú general plantaba por la mañana en el centro de la ' ciudad de los Papas el árbol de la libertad, y pro- 1 clamaba la república romana. 3H 1 Aquella misma tarde anunció al Romano Ponti- fice que había dejado de ser soberano temporal, y el 20 del mismo mes, Pío VI partió para Toscana, e q de allí fué llevado á Francia, donde murió el 29 de bo agosto de 1799. El día 1. de junio de 1815, ha- Nel llándose Berthier en Bamberg con el príncipe de il Baviera, su suegro, fué acometido repentinamente h de una fiebre maligna y se arrojó por un balcón quedando muerto en el acto. NAPOLEÓN I, EMPERADOR DE FRANCIA. La historia nos presenta á cada paso hombres extraordinarios, á quienes la Providencia ha dado una misión especial para gloria ó castigo de las naciones. El Señor les toma de la mano y los ele- va, y cuando han realizado su obra los quiebra como una caña, y desaparecen sin dejar herederos ni continuadores. Napoleón fué más allá de lo que Dios quería. Quiso hacer de todo el mundo un solo imperio, Pa- rís la capital, él emperador, y allí también el Papa bendiciendo todas sus rapiñas cuando él se lo man- dase. El Papa le contestó que representaba la jus- ticia, que era padre de todos los principes cristia- A