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= 450 = entre la verdad y el error, y entre las naciones, las clases y aun los individuos. El siglo XVI, en una palabra, fué el gran cri- sol donde se fundieron al fuego devorador de las enardecidas pasiones y al calor vivificante de los más levantados sentimientos, el mundo antiguo y el mundo moderno. La lucha se acentuó entre la razón y la fe. El protestantismo fué la forma que adoptaron todos los enemigos de la Iglesia; pero antes que se for- malizara aquella célebre protesta que le dió su nombre, habían sembrado los más extraños errores muchos herejes que fueron los que prepararon la apostasía de una gran parte de Europa, tales como Gaspar Tauber, ejecutado públicamente el 17 de septiembre del año 1524; Tomás Munzer, ahorcado el año 1525; Baltasar Hubmeir, quemado vivo por las autoridades de Alemania el año 1527; y 24 más ejecutados con él. ULRICO ZUINGLIO, HEREJE. Este sacerdote apóstata, digno émulo de Lute- ro por su audacia, deshonestidad y soberbia, fué uno de los que más contribuyeron á la formación del protestantismo; tanto, que los luteranos y Zzuin- glarios se disputan para sus jefes respectivos la triste gloria de haber sido el primero en levantar el estandarte de la rebelión contra la Iglesia. Se casó, (por supuesto) con una viuda rica, y después de casado llevó una vida licenciosa. En batalla campal contra los católicos quedó mortalmente herido, y murió luego rehusando por tres veces confesarse, el año 1531. Tomás WoLSEY, CARDENAL Y CANCILLER DE ÍN- GLATERRA.

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