BCCPAM000R14-3-06000000000000
= 415= en... y que se extendió por todo su cuerpo. Acudió á todos los dioses por remedio, pero estas hechu- ras de las manos de los hombres ó no entendían de qué se trataba ó se empeñaban en agravar el mal. La úlcera penetró todo el interior y se gangre- naron sus entrañas. El hedor producido por la pu- trefacción de su cuerpo se extendía y percibía por toda la ciudad de Sárdica. Los dolores que ator- mentaban su cuerpo, devorado interior y exterior- mente por gusanos, eran tan grandes que le arran- caban gritos y gemidos semejantes á los de una fiera. Es horrible la relación exacta que hace Lac- tancio de tan miserable estado. No sabiendo ya á quién acudir, acudió al Dios de los cristianos, y hasta en su lecho dictó un edicto permitiéndoles un culto del cual él se reía. Este nuevo Antioco no ha- bía de obtener misericordia. Cada día parecía mo- rir y á la verdad había enfermedad para morir mil veces. No obstante Dios le tuvo en ese estado un año entero. La putrefacción fué apoderándose de sus miembros, y cuando sólo quedaba de él una masa informe y asquerosa que no tiene nombre en ninguna lengua, expiró el año 311, en medio de la hediondez producida por la corrupción total de su cuerpo. (1) MAJENCIO, EMPERADOR DE ROMA. (Murió año 312 de N. $. J.) Cinco años después de la muerte de Constan- cio Cloro se dividió el imperio entre Majencio, que recibió de Maximiano Hercúleo, su padre, la Italia y el Africa; Constantino, que heredó España, las (1) Lactancio; De morte persecutorum, Xx col ie AR MEN eel MP E: ¿ $ |
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz