BCCPAM000R14-3-06000000000000

= 410= zas enviadas á Roma fueron recibidas con grandes muestras de regocijo. Decio, EMPERADOR DE RoMA. (Murió el año 251 de Ntro. Sr. Jesucristo). Entre las grandes persecuciones que sufrieron los cristianos bajo los emperadores de Roma, la de Decio fué de las más terribles y sangrientas. Re- solvió abolir el cristianismo, como si fuese obra de hombre y á merced del poder del hombre. Ordenaba á los gobernadores de todo el imperio bajo severas penas, aniquilaran por completo y con toda suerte imaginable de suplicios á los cris- tianos,si no podían reducirlos á la adoración de los dioses del imperio. Las sillas de hierro hecho ascua, las uñas de acero para desgarrar cual fieras las carnes á los fieles, las hogueras, los potros y ecúleos, los ins- trumentos todos de crueldad y de muerte fueron inventados y estuvieron en contínuo ejercicio des- trozando de noche y de día los cuerpos de los már- tires hasta hacerles apostatar ó acabar con ellos. En esta persecución murió el Papa S. Fabián. Cierto que tanta sangre derramada hacía más fe- cundo el árbol del cristianismo y lo llenaba de fru- tos, pero el perseguidor no quedaba sin castigo. Decio marchó con sus hijos contra los godos y los persas, pero con tan mala suerte que encerra- dos y acometidos por los bárbaros en un terreno pantanoso, Decio el joven murió de flecha enemiga, otros dos hermanos murieron también á manos del enemigo, y el emperador pereció ahogado en el fango con la mayor parte de su ejército, que sir- vió de pasto á las fieras y á las aves de rapiña. V1BIO TREBONIANO, EMPERADOR DE ROMA y Vo-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz