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= Y5 = fama y su magia, no sólo prometió que él volaría, sino que era la virtud de Dios, y que subiría á lo más alto de los cielos á tomar posesión del trono que le estaba preparado. Señalóse día al efecto, y toda la ciudad acudió á presenciar suceso tan ex- traordinario. Los cristianos de Roma estaban es- pantados. He aquí cómo refiere el historiador Berault- Bercastel (1) el castigo que en aquellos solemnes momentos sufrió el impostor sacrilego: «Los santos Apóstoles advirtieron las consecuencias que resul- tarían contra la religión si este fraude llegara á realizarse; por eso se dirigieron como intrépidos atletas al campo de batalla, después de prepa- rarse con el ayuno y la oración. Encargaron á los fieles que por su parte pidiesen el favor del cielo é invocasen arrodillados la virtud omnipotente de Je- gsueristo, para confundir al impostor sacrilego que se atrevía á declararse públicamente su rival y á parodiar su Ascensión gloriosa. Con efecto, se ele- vó Simón en el aire. Mas podía haberlo elevado el diablo, como elevó al mismo Jesucristo sobre lo más alto del templo (2) y podía también ha- berle hecho descender suavemente allí mismo ó en medio del mar, pero era el momento dema- siado solemne y Dios impidió su falsa glorifica- ción haciéndole luego caer y rompiéndose las piernas (3), lIpara curarle condujéronle al piso alto de una casa contigua, y no pudiendo sobre- (1) Hist. Ecl. 11. 18, (2) Mateo, cap. 4. v. 5. (8) Plinio, Hist. Nat. Lib. 30. Cap. 2. Suetonio. Vida de Nerón.