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= 395= sió Querea, Capitán de sus guardias, y otros con- jurados que le dieron treinta puñaladas é hicieron pedazos su cadáver. (1) HERODES AGRIPPA 1, REY DE JUDEA. (Murió el año 44 de Ntro. Sr. Jesucristo). Elevado Agrippa al trono de Herodes el gran- de, su padre, por gracia del emperador Calígula, y confirmado en él por el emperador Claudio, su primer cuidado fué satisfacer á los judíos que trata- ban de suscitar una persecución sangrienta contra los secuaces del Crucificado. La gran propagación del cristianismo en Siria y todo el Oriente, la agi- tación que esto produjo en el pueblo de Israel, y el deseo que dominaba al Rey Agrippa de ganarse el afecto de los jefes de la Ley, fueron las causas que le impulsaron á condenar al Apóstol Santiago, decapitado el año 44. Viendo Herodes el buen efecto que su bárbara sentencia había producido en el pueblo hebreo, re- solvió hacer lo mismo con S. Pedro, que había acudido á Jerusalén para consolar á los cristianos consternados con el martirio del Apóstol; y en efec- to, le hizo prender, y lo hubiese martirizado tam- bién si un Angel no le sacara milagrosamente de su prisión. No transcurrió mucho tiempo sin que Herodes Agrippa recibiese el castigo. Sentado en trono de oro y piedras preciosas, adornado rica- mente con todas las insignias reales, comenzó á arengar al pueblo en Cesarea. Era verdaderamen- te elocuente. El pueblo empezó á gritar por todas partes: «No es un hombre el que nos habla, sino un Dios». (1) Dion Suetonio y Aurelio Víctor, en la «Vida de Ca- lígula.»