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= 389 = cias de su acto, se salió del templo y se ahorcó. Reventó por medio, dice el Evangelio, y se derra- maron todas sus entrañas. CarrÁs, Sumo PONTÍFICE. (Murió el año 35 de Ntro. Sr. Jesucristo). La doctrina de Jesucristo y sus milagros con- virtieron á tantos judios, que, alarmados los prin- cipes de los sacerdotes y los fariseos se juntaron en Concilio para ponerse de acuerdo sobre la ma- nera de combatir al Salvador del mundo, y así consta en la Sagrada Escritura, donde aparece también la parte que tomó Caifás, Sumo Pon tífice, en la resolución adoptada por aquéllos de hacer mo- rir á Jesús. Así contribuyó con autoridad suprema á su pasión, á su condenación y á su suplicio. Algu- nos años después, Caifás fué destituido por Tiberio del pontificado que había ejercido durante diecisiete años, causándole su destitución tanta pena, que se suicidó, según refiere.en sus Constituciones un dis- cipulo de S. Pedro, y luego Papa, S. Clemente. TIBERIO, EMPERADOR DE ROMA. (Murió el año 37 de Ntro. Sr. Jesucristo). Este monstruo de perfidia, de crueldad y de so- berbia que tomó por principio «Nescit regnare qui nescit dissimulare» permitió fuera inícuamente juzgado y sacrificado en sus dominios el Redentor del mundo, coronando su animoso reinado con este crimen sacrilego. Cuatro años más tarde acabó Tiberio la vida de crímenes y desórdenes con que había escanda- lizado al mundo. El que así dejó morir al Justo, fué asesinado por Calígula, que era el destinado para sucederle en el trono.