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ron todos los sagrados dogmas de la religión eris- tiana y cayeron en el deismo, en el ateismo, en el racionalismo y en el pirronismo. SIGLO XVII Jansenistas, de Jansenio, Doctor. de Lovaina, Obispo Iprense, que al igual de Lutero y Calvino confundió el orden sobrenatural con el orden na- tural, la gracia con la naturaleza. Esparció sus errores en una obra titulada Agustín de Cornelio Jansenio. Apoyó su doctrina, para encubrir su ve- neno, en San Agustín, pero truncaba los textos del Santo Doctor, explicaba mal unos pasajes, y de otros sacaba consecuencias falsas con gran apara- to lógico que deslumbraba á los menos instruidos. Toda su saña le parecía poca contra los Jesuítas, quienes conociéndole le negaron la entrada cuan- do pretendió la sotana, y cabe á la Compañía de Jesús la gloria de haberle desenmascarado, com- batido y aniquilado. En nuestros tiempos, combaten á la religión y á la Iglesia católica los incrédulos, los racionalis- tas y los materialistas; todo lo cual puede llamar- se liberalismo, independencia de Dios, divinización del hombre. De modo que hoy la lucha está entre la religión revelada y el liberalismo. Nótese bien, que en materia de fe y moral, siempre y contra todos los herejes la Iglesia subsis- te y ha creído siempre lo mismo sin que haya te- nido que variar nada. Variar es propio del error. La verdad es eterna. Los herejes, entre todos, lo han negado todo y lo han afirmado todo cuanto la Iglesia afirma.