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los Prelados de Basilea menos 12 franceses, vién- dose otra vez el Papa obligado por causa de la peste á trasladar el Concilio de Ferrara á Floren- cia después de la sesión 16. Por esto llaman algu- nos á este Concilio florentino, 5.” Los Padres rebeldes que habían quedado en Basilea continuaron su conciliábulo por autori- dad propia, declararon nulas las Bulas del Papa mandando trasladar el Concilio, definieron que el Concilio era superior al Papa, y que esto debía te- nerse como verdad de fe divina, depusieron á Eu- genio IV en nombre del Espíritu Santo, y se eli- gieron Papa al Duque de Saboya llamándole Fé- lix V.. Este era simple lego secular, y empezó des- de luego á crear Cardenales. El Papa entre tanto obtenía grandes resultados con los Legados de los Patriarcas de Alejandría, de Antioquía, y del emperador allí presente, consi- gniendo unir la lglesia griega con la latina. El Pa- pa todavía no cerró el Concilio, sino que después de condenar á los cismáticos de Basilea, y de crear 17 Cardenales, lo trasladó á Roma en 26 de abril de 1442, en donde celebró la primera sesión á 30 de septiembre de 1444. CONCILIO XIX, (EL FLORENTINO) Es el anterior, trasladado de Basilea, de Bolo- nia y de Ferrara. Unidas en este Concilio las dos Iglesias, griega y latina, asistiendo Eugenio IV y los Patriarcas José de Constantinopla y Basilio de Jerusalén con el emperador Juan Paleologo, dieron de común ácuerdo el siguiente decreto, que firmaron griegos y latinos:

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