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388 ==. Rey. ¡Cosa terrible! En el día señalado murierón Papa y Rey. Clemente V hizo cuanto pudo por salvar á los templarios. Felipe había escrito á varios reyes ex- citándoles á imitarle. En muchas partes se formó causa á los templarios, en pocas con ó sin tormen- tos se les probó delito. El rey amenazaba con ma- yores males. Clemente obró. Algo parecido había de suceder en tiempos venir con otro rey, otro Cle- mente Papa, y otra Congregación benemérita en todos conceptos. CONCILIO GENERAL XVI Celebrado en Pisa, el año 1409. Desgarrada la Iglesia por el cisma de Angel Coriario, Grego- rio XII, y de Pedro de Luna, Benito XIII, y no queriendo ceder ninguno de los dos por el bien de la Iglesia, habiendo jurado los dos en su elección que renunciarían, en vista de esto, y no teniendo otro medio para acabar con el cisma, los Cardena- les de uno y otro Antipapa apartándose de ellos, convocaron un Concilio general para elegir canó- nicamente un verdadero Papa. Presidió el Carde- nal de Pavia que era el más anciano de todos. Asieron 24 Cardenales, los Patriarcas de Alejan- dría, de Jerusalén y de Antioquía, 300 Obispos é innumerables Abades, Prelados menores de monas- terios y legados de Príncipes y Universidades. La primera providencia del Concilio fué decla- rar á los dos pontífices contumaces, cismáticos, perjuros y herejes condenados, y arojados de su pretendido pontificado, porque habían sido llama- dos tres veces y no quisieron presentarse ni por sí, ni por procuradores. Luego los cardenales de las

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