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' si l CONCILIO ECUMÉNICO XIV Es el segundo de Lyón. Convocado en el año 1274 por el Papa Beato Gregorio X, contra los errores de los griegos, y para recuperar la Tierra santa. Asistieron mil prelados, entre los que había 15 Cardenales, el Patriarca de Constantinopla y el de Antioquía, 70 Arzobispos y 500 Obispos, el Rey de Aragón, embajadores del Rey de Francia, del de Inglaterra, Alemania, y del Emperador de Oriente. Estos decían en las cartas del emperador que reconocían Ja supremacía del Papa y que aceptarían su doctrina ortodoxa. Precisamente el Concilio era contra ellos. Definieron los Padres que el Espiritu Santo procede del Padre y del Hijo como de un solo principio, no de dos, que era en lo que erraban los griegos. Estos cantaron en griego tres veces estas palabras en la misu cele- brada por el Papa el día de S. Pedro en la Cate- dral, después del Simbolo en latín. A este concilio fué llamado por el Papa Santo Tomás de Aquino, pero éste murió durante su via- je el día 7 de marzo del año 1274. En su lugar fué llamado S. Buenaventura, fran- ciscano, obligado por obediencia á aceptar las dig- nidades con que Gregorio X le honraba nombrán- dole Cardenal y Obispo de Albani, brilló como un sol en el Concilio y murió en él. Entre las disposiciones de este Concilio está la siguiente, que para la elección de nuevo Papa es- tablece la regla del verdadero actual Cónclave: «Después de la muerte del Papa se aguardará á