BCCPAM000R14-3-06000000000000

— 325= ha pisado tierra americana. Visitó la Argentina, se postró ante la Virgen de Luján, y desempeñó en Chile la embajada que á Monseñor Muzi y á él les confiara Pío VIT para arreglar los asuntos eclesiás- ticos desde el año 1823 hasta el año1825 en que vol- vió á Roma. ¡Pio IX!.... el corazón más grande de su siglo. Su historia es una de las páginas más gloriosas de la humanidad, de la historia eclesiástica, y del pa- pado. Sus dolores sólo son comparables á sus gozos. Crux de Cruce, su cruzle vino de la Cruz de Sabo- ya, emblema de la actual dinastía italiana, usur- padora sacrilega de los Estados Pontificios, A PioTX cupo el inefable consuelo de declarar dogma de fe la Inmaculada Concepción de María, 8 de diciem- bre del año 1854. Y muy luego cuando ya todo el mundo ha celebrado tan fausto como deseado su- ceso en toda la tierra, la Virgen aparece en Lour- des confirmando la definición del Vicario de Jesu- cristo con palabras y milagros: «Yo soy la Inma- culada.» Y cuando el orbe entero está conmovido por la repetida aparición y las peregrinaciones, la Virgen premia al Pontífice dogma por dogma, la infalibilidad pontificia, año 1870, y esto porque se retuerce la serpiente que María tiene bajo sus plantas cuando el inmortal pontífice le ha clavado ochenta dardos con las ochenta proposiciones del Syllabus, (1864) condenando el liberalismo, racio- nalismo, naturalismo, socialismo, etc., etc. El pon- tificado de Pio IX es el más largo desde S. Pedro, y más que el de S. Pedro en Roma. La humani- dad sólo puede agradecer cuanto debe á Pío IX pidiendo á Dios le conceda poder venerarlo en los altares postrándose ante él de hinojos. «Fiat, fiat.»

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz