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| ' A A A A ERReis dE Ps teología, y jamás me he sentido más contento; cuanto más me acerco á mi antigua desnudez tanto más di. choso me hallo.» Los capuchinos se lo han pagado con uno de sus hijos más ilustres, el Rmo. P. Calasanz, antes de ser Cardenal Vives y Tutor. Los postuladores de Y nada raro que hayamos conocido jóvenes, y luego hombres que adoctrinados en su niñez por el P. Laphitz 6 dirigidos por él en el confesonario, hayan conservado toda su vida esas austeridades de honradez y de carácter que constituyen más que una herencia valiosa, pues con nada se compran en la yida ni tampoco perecen con la muerte, ni se pudren en el sepulcro. Con casi cuarenta años de vida religiosa, pues ingresó en la Congregación del Sagrado Corazón en 1867; con un apostolado de 7 años en Montevideo, adonde llegó en ese mismo año; y de 30 próximamente en el convento de San Juan, en el corazón de Buenos Aires, desde donde irradiaba hasta sus últimos suburbios—Maldonado Puente Alsina—el fuego de su celo sacerdotal; viviendo siempre en la pureza y fo primera, y en la sencillez infantil de un P. Fernando, y caridad para con las almas de un P. Enrique, —que le pre- cedieron en volar allá;—á los 73 años de una vida llena, pues nació en 1832); bien podía el P. Laphitz poner fin á su carrera de la tierra, y con tal acopio de obras buenas pre- sentarse á solicitar la corona aquella que'al decir de S. Pa- blo no se ha de colocar sobre la frente, sino del que legíti- mamoente peleare; del que por la justicia ha agonizado, co- mo dice el Eclesiástico. Entró en religión con la consigna de evangelizar en América; y tres repúblicas, la Argentina, Oriental y el Pa- raguay, han sido teatro de su celo, ya que no quiso Dios fuese para menos que atravesase el océano. Los que le hemos observado en la campaña misionar con ese espíritu que le hacía agrandarse; los que le hemos visto poco después de anochecer en una de esas espaciosas coci- nas de un establecimiento de campo; colocado contra el fo- gón y al resplandor de su lumbre y rodeado de paisanos y