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SanTos PrOTECTORES PARA TODA CLASE DE PERSONAS Aunque la intercesión de cualquier santo sea siempre suficiente para alcanzarnos del cielo cual- quier gracia, sin embargo, Dios quiere glorificar diversamente á sus santos según las diversas vir- tudes en que más se señalaron ó los diversos mar- tirios ó enfermedades y tribulaciones que sufrie- ron. Esto está enteramente conforme con lo que enseñaba el Apóstol San Pablo en el capítulo XII de su primera carta á los de Corinto, donde dice que es variada la división de las gracias, porque unos son enriquecidos de Dios con el don de len- guas nunca oídas ni estudiadas, y otros con el don de curar las enfermedades sin necesidad de médi- cos ni medicinas: quiénes predicen las cosas futu- ras conocidas entonces sólo de Dios que se las re- vela, y quiénes asombran «al mundo con estupen- dos milagros. Dice también San Agustín en el sermón XIX, que los santos que en el mundo padecieron los mis- mos trabajos que nos afligen son los más inclina- dos á socorrernos en ese trance particular. Su- puesto este principio, creemos hacer una obra uti- lísima dando un catálogo de aquellos santos á quienes particularmente puede cada uno recurrir como á su protector especial, y esto en cualquier condición en que se encuentre, en cualquier pro- fesión, arte, oficio, enfermedad ó tribulación. Protectores de la Jerarquía Eclesiástica Papas.—S. Pedro, S. León I, S. Gregorio Mag. S. Pio V. Cardenales.—S. Buenaventura, S. Ramón Non- nat, S. Bernardo de Parma. Patriarcas.—5S. Cirilo de Alejandría, S. Juan