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ADVERTENCIA El capricho de los padres y padrinos hace que los hijos y ahijados lleven nombres que no se encuentran ni han existido jamás en el Martirologio, ó catálogo de los san- tos. Han leído novelas; allí los novelistas dieron á sus personajes el nombre de una planta, de un pez, ave ó es- trella, les agradó al oído, y de ahí lo sacan. De Horacio, de la Eneida de Virgilio y de otros poetas paganos, se sirven igualmente sin aprensión ninguna, como sí se tratase de poner nombre á un caballo andaluz ó 4 una galguita inglesa. El nombre que se impone á una criatura cuando se le administra el santo bautismo, debe recordarle después toda la vida á un protector en el cielo á quien debe encomendarse y cuyas virtudes debe tratar de imitar. A veces pensamos, al oir ciertos nombres, que no han recibido aún el bautismo quienes los llevan. Consulten todos, sacerdotes, padres y padrinos, el ca- lendario eclesiástico, y así sabrán admitir ó rechazar el nombre digno ó indigno. Y porque no siempre agradan los nombres de los san- tos que en el día celebra la Santa Iglesia, damos por abece- dario todo el martirologío para que con facilidad y pron- titud sepan á qué atenerse sobre la correspondencia de un nombre con un santo, Advertimos también, que por altísimas razones, la Iglesia ha quitado del catálogo á varios que figuraban como santos, entre ellos S. Liberío Papa. S. Carlo Magno Rey de Francia, no porque no estén en el cielo, sino por- que no juzga conveniente tributarles los honores del culto público. : «Curent parochi, ne ¡is quí baptizantar, scandalosa nó- mina, turpia, ridícula ant fabulosa, vel impiorum cognó- mina imponantur; el sí id impedire nullo modo possint, ad- dant nomen alicujus sanctt, cujus patrocinio baptizatí protegantur. Quo ín casa, utrumque nomen, ímpium tamen vel scandalosum intra parentheses, in libro baptizatorum notetur». (1) 1 S, C.C,13 Julio 1624 C.P.L, A, De Baptismo. Cap. Y ASF<DRS